El fabricante alemán, artesano donde los haya, presume de ser un auténtico «taylor made» capaz de producir parquets en formatos espectaculares y acabados únicos e irrepetibles.
El lema de su propietario y director gerente, Anton Biehrer, lo dice todo: «Empezamos donde otros se detienen».
Con gruesos entre 16 y 35 mm., anchos de 20 a 50 cm, y largos que alcanzan medidas que invitan a instalar el producto en amplísimas estancias: hasta 16,5 metros de longitud.